Una vez recogida toda la información y realizada la medición de la composición corporal, se ajustan las calorías para conseguir el objetivo buscado, siguiendo siempre una alimentación saludable.

En el caso de la pérdida de peso, se necesita un déficit calórico suficiente para perder tejido graso. No se debe comer demasiado poco, ya que de esta forma llegaremos a tener déficits nutricionales y por ello la alimentación no se podrá mantener en el tiempo.

Es importante destacar que se debe valorar la pérdida de tejido graso, que es lo que nos llevará a una mejora en el volumen, no valorar solamente la evolución del peso.

En cambio, en el aumento de peso, se necesitará suficiente energía y el aporte correcto de macronutrientes para que junto con el ejercicio físico, se consiga un incremento de masa muscular, controlando siempre el tejido graso.

Es necesaria una personalización de la pauta, para que los objetivos conseguidos se puedan mantener a largo plazo.